Un hada habita en nuestra biblioteca

Todas las personas que en nuestra biblioteca trabajamos tenemos la intención de conseguir crear un ambiente que anime a nuestro alumnado a visitar la sala, compartir las mesas y pasar un buen momento rodeados de libros. 

En biblioteca estamos siempre agradecidas a todas las profesoras y profesores que colaboran y ayudan en biblioteca.

Pero ha llegado el momento de decir aquí lo que ya en todo el centro se comenta. 

Has de saber que hace ya años surgió una leyenda en nuestra biblioteca.

Cuando nadie mira, porque todos estamos en clase o ya hemos vuelto a casa, se abre la puerta de la biblioteca y, sin hacer ruido, entra y sale afanosa una figura discreta. 

Dice la leyenda que un hada de los libros habita en nuestra biblioteca.

Hace años decidió visitar nuestro instituto y eligió la biblioteca para transformar el mundo con sus manos. Suerte que entre nosotros se ha quedado, esperemos que por mucho tiempo y que no vuele a otra biblioteca.

Siempre que nos visita transforma nuestra biblioteca en algo nuevo y singular. 

Colabora aquí y allá, con unos y otras, con sencillez y humildad y nos sorprende una y otra vez. 

Esta hada de los libros es nuestra artista bibliotecaria que con sus manos hace lo difícil hermoso y nos envuelve en colores y estampas. 

Gracias a nuestra hada artista que teje sin parar ideas y figuras, nuestra biblioteca se ha convertido en un lugar de sorpresa que agrada a profesorado y alumnado.

¿Sabes quién es nuestra hada de los libros?

Claro que lo sabes, quien está en el centro lo sabe. 

Sabemos quién es porque imprime su sello en todo lo que hace, sin una sola firma. Lo que sucede es que a veces parece tener un don, el de la invisibilidad, un don que no siempre es bien entendido por lo que desde aquí queremos darle visibilidad.

GRACIAS, Loli Tricas, porque  tus preciosos detalles nos hacen lo cotidiano más agradable. Con todo el cariño de las personas que hacemos lo que podemos en biblioteca y de todo el centro, profesorado y alumnado, GRACIAS. 

Mira como la biblioteca pasa del otoño de calabaza al invierno de acebo y madera.