Nuestro grupo de profesoras encargadas de ambientar la biblioteca han dejado atrás el negro y festivo mundo de Halloween para abrir las puertas y ventanas al aire frío del otoño. Han seleccionado frutos silvestres, flores secas y hojas de la gama otoñal, plantas y frutos de la huerta para cubrir el centro de nuestra biblioteca y el expositor de la entrada. No solo los olores y los colores nos envuelven al entrar, también podemos leer poemas escogidos para estas fechas, colgados de hilos, unidos a pequeñas hojas que embellecen la letra escrita.
Hoy la lectura y la clase en biblioteca se disfrutan más: el alumnado se sorprende y nosotras, las profesoras y profesores que damos clase y leemos aquí, sonreímos: nuestra biblioteca hoy huele a membrillo.
El otoño viene frío, pasa a la biblioteca y arrópate de libros.
En esta biblioteca se está a gusto cuando hace frío y el viento empieza a soplar. En esta biblioteca, con olor a membrillo, quiero estar.
1 comentario:
Me han emocionado tus palabras, Maribel😍. La verdad es que ha quedado preciosa, envuelta de poesía y olor de otoño🌿🍂🍁🍃
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