“-¿Y
el Dios japonés y el Dios extranjero son parientes? ¿O son enemigos?
-¿Y
yo qué sé!
-¿Sabes
Hoshino? Dios solo existe en la mente de los hombres. Y especialmente en Japón,
para bien o para mal, en lo que respecta a Dios somos muy flexibles. Una prueba
de ello es que el Emperador, que era
Dios antes de la guerra, al recibir del comandante del ejército de ocupación,
el general MacArthur, la orden: “¿Deja ya de ser Dios!”, le contestó: “¿Vale!
Ya solo soy una persona normal!”, y, desde 1946, dejó de ser Dios. El Dios de
Japón era así de fácil de ajustar. Viene un militar norteamericano con gafas de
sol y una pipa barata entre los dientes, le da una simple orden y Él cambia de
naturaleza. Eso es el no va más de la posmodernidad. Si crees que existe, existe. Si crees que no existe, no existe. Yo jamás me
he preocupado por esos detalles.”
Este espacio, "Una lectura por semana", es una selección de fragmentos que despiertan la reflexión o la imaginación y que nos hacen desear leer el texto íntegro y saber más del autor. El uso de este fragmento es didáctico: conoce a un autor y descubre su obra. A partir de ahí tienes la biblioteca para solicitar su libro y leerlo... y añadir un comentario que nos enriquezca.
Si pinchas en el autor descubrirás mucho más sobre él.
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